1/10/08

Abriendo el Juego por Mariana Pessoa

He pasado mucho en los últimos días tratando de encontrar las palabras justas para comunicarme con ustedes. Escribir palabras que representen ideas. Parece sencillo, pero no lo es… y cuando digo comunicarme, quiero decir que no sólo pretendo exponer lo que pienso, sino que espero causar algún efecto en ustedes y que respondan, porque es indispensable que empecemos a entendernos.
No soy una oradora experta, ni tengo manejo de la retórica. Soy una estudiante de esta institución tratando de invitarlos a pensar, a que pensemos juntos, a que nos animemos a dejar de lado las charlas de pasillo para comenzar a reunirnos de una vez por todas para conversar de nuestros problemas institucionales. Estoy tratando de invitarlos a que dejemos de preocuparnos para empezar a ocuparnos.
Todos sabemos que el I.U.P.A (o I.N.S.A, o como se llame) se encuentra en una situación legal desastrosa. Yo me pregunto: ¿qué vamos a hacer al respecto?, ¿vamos a ignorar la realidad?, ¿vamos a seguir jugando a que no pasa nada?, ¿vamos a cerrar los ojos una vez más para no ver el gran problema que tenemos delante?, ¿vamos a seguir creyendo, ingenuamente que todo se va a solucionar como por arte de magia?; espero que no. Creo, en cambio, que es hora de que enfrentemos adulta y seriamente la situación.
Hay algo que hay que entender, esta es ¡Nuestra lucha¡ son nuestros intereses los que están en juego. A nadie le importa más nuestro futuro que a nosotros mismos. Si no defendemos y reclamamos por nuestros derechos ¿quién lo va a hacer?
Esta lucha a la que me refiero, ¡no es una lucha en contra de nadie, sino a favor de todos!, después de todo, ¿qué es el I.N.S.A? La institución no son las paredes, ni los bastidores, ni los pentagramas… ¡La institución somos y la hacemos nosotros!
Cada uno de los estudiantes que circula por los pasillos del I.N.S.A es una célula del cerebro que se necesita para pensar, para tomar decisiones, para actuar en consecuencia y, de esa manera, generar cambios positivos.
¡Dejemos al miedo de lado! El miedo ha sido históricamente utilizado como una herramienta de control. Nadie puede castigarnos por pensar, por preguntar. Nadie. No dejemos que a través del miedo nos controlen, nos paralicen.
Ocupemos el lugar que nos corresponde, porque cada uno de nosotros es verdaderamente indispensable.



Carta Abierta

La presente carta tiene la intención de calar en el pensamiento de toda la población estudiantil del I.U.P.A. y, a la vez, saciar la necesidad de sacar a la luz algunas ideas de índole colectiva que, debido a cierto estatismo de nuestra comunidad, no son ni discutidas ni resueltas.
Básicamente, el gran problema que tenemos los estudiantes es la FALTA DE INFORMACIÓN, sin embargo, y por suerte, no faltan las preguntas. Por ejemplo, ¿por qué se nos coloca ausente o no se nos permite rendir exámenes cuando nos atrasamos en el pago del aporte solidario? Porque el sistema de recaudación de nuestra institución lleva el nombre de “APORTE SOLIDARIO” pero, sin embargo, se rige bajo un sistema más parecido al de los aranceles de las instituciones privadas, que va a contramano de las leyes que rigen cualquier institución pública, porque “EL I.U.P.A. ES UNA INSTITUCIÓN PÚBLICA”.
Con esto no nos estamos poniendo en contra de que nuestra institución tenga un sistema mediante el cual se pueda reunir un dinero extra al que aporta el estado. Ahora bien, presionar a los estudiantes con inasistencias por falta de pago o negarles el derecho a rendir exámenes no solo es una vergüenza en una institución pública sino que además es anticonstitucional.
Otro aspecto del mismo problema es que ninguno de nosotros tiene voz ni voto al momento de decidir en qué se va a invertir “NUESTRO DINERO”. Y quién mejor que nosotros para comunicar cuáles son las necesidades.
Hay muchas preguntas, pero la pregunta del millón es ¿por qué una vez finalizadas las carreras no se entregan títulos y en su lugar se entregan certificados analíticos? (Es más, esto ha empeorado recientemente, ya que hay una serie de compañeros que egresaron el año pasado a los que la provincia ni siquiera les ha enviado el famoso analítico). ¿Cuál es o son los requisitos legales con los que nuestra institución no está cumpliendo y por qué?
Es nuestro trabajo generar los medios para que nuestra institución se regularice con urgencia, para que de esta manera los cargos docentes sean cubiertos según lo establecido por el marco legal, a través de concursos u otros mecanismos, y de esa manera preservar los muchos buenos docentes con los que contamos, y así también fomentar el hecho de que otros puedan incorporarse al instituto. Que se acabe el actual sistema de docentes contratados a término, mediante el cual no se les garantiza ninguna seguridad laboral, porque es falsa la argumentación del Rector cuando dice que de esta forma se nos asegura un nivel óptimo de esfuerzo del docente. La pregunta es ¿se trabaja mejor con la soga al cuello? ¿Cuánto se puede planificar al no saber si dentro de seis meses uno va a seguir trabajando? ¿Hay algún estudiante que en alguna de las cátedras esté llevando adelante un proyecto digno de ser llamado universitario? Lo único que garantiza este sistema de contrataciones es el silencio de los docentes frente a la DESASTROSA SITUACIÓN INSTITUCIONAL por la que estamos atravesando.
Entonces, que exista jerarquía docente y que los más competentes se encarguen de dirigir las distintas cátedras unificando criterios para que dejemos de mirarnos a la cara y empecemos a mirar todos hacia el mismo lado; que nuestros más notables compañeros sean destacados al cubrir cargos de ayudantes de cátedra, como es absolutamente lógico que ocurra en cualquier casa de altos estudios. Esto sería un gran estímulo para todos nosotros, ya que nos ayudaría a desarrollar nuestra experiencia profesional y evitaría ese abismo infranqueable que existe actualmente entre el docente y los estudiantes.
Toda esta problemática nos compete a nosotros, razón por la cual, debemos organizarnos para que surjan ideas claras que iluminen nuestros objetivos. El instrumento que disponemos para llevar a cabo esta tarea se llama “CENTRO DE ESTUDIANTES”.
El centro de estudiantes es una necesidad y un derecho legal. Su finalidad es la de trabajar en pro de la institución, junto a un “RECTOR ELECTO” y un “CONSEJO ACADÉMICO”, porque la institución no son las paredes, “LA INSTITUCIÓN SOMOS NOSOTROS”.
Imaginen ustedes todo lo que en estas circunstancias vamos a poder lograr: romper con el hermetismo en el que estamos inmersos; poder establecer lazos de comunicación con otras universidades y lograr que sepan que existimos; y que somos capaces de generar productos artísticos de buen nivel; llevar adelante trabajos de investigación y experimentación como los que habitualmente se realizan en otros centros universitarios; generar nuestro espacio tan preciado y que ¡no tenemos!… etc, etc.
Es imposible hablar, en un solo texto, de todas nuestras carencias, así como de lo mucho que podemos lograr.
La semilla de la re-formación del centro de estudiantes, que nuestra institución alguna vez tuvo, ya está sembrada. De hecho, varios estudiantes ya estamos trabajando en ello y desde este accionar nace este texto. Esperamos que muchos más se sumen en una participación activa ya que lo que aquí hemos planteado son inquietudes que nos invaden a todos.
Hemos tocado solo algunos de los problemas que nos aquejan y hemos tratado de vislumbrar todo lo que un centro de estudiantes puede lograr.
Quisiéramos simplemente cerrar con una frase de Victoria Ocampo, que dice lo siguiente:

“Si no se tiene el coraje de vivir como se piensa, se vivirá pensando en cómo se vive”




Atte. Estudiantes autoconvocados del I.U.P.A.